viernes, 6 de mayo de 2011


Ojalá estuvieras aquí
con esa forma tuya de taparme la boca con un beso
mientras subimos a casa en el ascensor.
Ojalá estuvieras aquí
dejando trozos de nube por la sala de un museo,
mezclando los temas, dulce y caótica
como una chica de un libro de Cortazar.
Ojalá estuvieras aquí
rompiendo mi colección de desengaños
con tu mirada color caramelo,
con ese cuerpo tan bonito que lo único
que le sobran son los botones,
dejando que te agarre la cintura con los ojos,
tu risa facturando cada duda
porque tu sola presencia me convierte en un mirador.

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